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Quizás has escuchado sobre los colchones de presión alterna, pero ¿te has detenido a pensar cómo una tecnología aparentemente sencilla puede marcar la diferencia en la salud, la recuperación y el bienestar de personas con movilidad reducida? Hay más detrás de este producto de lo que muchos imaginan.
Un colchón de presión alterna es un sistema especializado diseñado para prevenir y tratar las úlceras por presión, también conocidas como escaras. Estos colchones están formados por celdas de aire interconectadas que se inflan y desinflan alternadamente mediante un compresor. Este movimiento controlado distribuye el peso corporal de manera uniforme y evita los puntos de presión continuos, favoreciendo la circulación sanguínea y el cuidado de la piel.
Ambos términos suelen confundirse, pero no son sinónimos. Un colchón antiescaras puede referirse a cualquier superficie diseñada para reducir la presión, incluyendo colchones de espuma o gel. En cambio, el colchón de presión alterna emplea aire y un ciclo activo de inflado/desinflado, ofreciendo mayor eficacia en cuidados prolongados o en casos de mayor gravedad.
Estos sistemas están pensados especialmente para:
La recomendación de utilizar un colchón de presión alterna puede llegar directamente de un profesional sanitario, pero también es una elección inteligente para quienes buscan mejorar la calidad de vida del paciente en casa.
El colchón de presión alterna no es solo un producto médico, es una herramienta que eleva el confort diario, fomenta el descanso óptimo y disminuye el estrés en pacientes y cuidadores. Ofrece autonomía, seguridad y bienestar, permitiendo concentrarse en la recuperación y la tranquilidad del usuario.
Sí, este colchón de presión alterna es una opción altamente recomendada para la prevención y tratamiento de úlceras por presión en pacientes con movilidad reducida.
Gracias a su tecnología de aire alternante, distribuye el peso corporal de forma periódica, reduciendo los puntos de presión y mejorando la circulación sanguínea.
Es una herramienta eficaz, segura y cómoda que optimiza el bienestar del paciente.
Un colchón de presión alterna previene úlceras por presión al redistribuir el peso corporal de forma cíclica y automática. Sus cámaras de aire se inflan y desinflan en intervalos programados, lo que elimina la presión constante sobre zonas vulnerables.
Este mecanismo mejora la circulación sanguínea y reduce el riesgo de lesiones en la piel, brindando a los pacientes inmovilizados protección activa y confort continuo.