Rodrigo Moya. México

La producción fotográfica de Moya tiene varias dimensiones, todas posible: la testimonial, la crítica, la estética y la política. Lejos de ser una obra plana, tendiente a la cualidad denotativa o indical de lo documental, lo de Moya es una fotografía compleja, biológica y dialéctica con cualidades antiestéticas. Fusión del fotógrafo y el archivista, del hombre de acción y de reflexión, su obra fotográfica surge también del cruce del fotorreportero que algún día fue y del escritor que ha ido emergiendo de soslayo desde los años 50. Resultado del ejercicio de habilidades variadas, su obra es insólita aparición a posteriori de una forma híbrida y proteiforme, una obra mezclada de imágenes, ideas y palabras.